Anoche estuve viendo a Trump hablar de un déficit comercial de EEUU de 1,9 billones de dólares, de los cuales uno corresponde únicamente a China. Las cuentas que ha hecho, en las que supongo que habrá usado la fórmula contable de Atlantic City, incluyen recuperar todo ese dinero vía aranceles y aparte beneficiarse de la repatriación de las fábricas, es decir, que está contando lo mismo dos veces.
Voy a hacer como que tengo una gran credulidad y voy a dar por buenos los 1,9 billones de aumento de recaudación fiscal. Esto son unos $5.600 por persona al año. Si contamos sólo a los que presentan declaraciones de la renta, son casi $8.000 por persona. Teniendo en cuenta que el total de los contribuyentes de EEUU paga ahora mismo unos $15.000 de media al año al Tío Sam, parece un incremento de impuestos bastante notable. La idea de Trump parece ser que ese dinero lo pagarán los otros países, que no habrá ni incremento de precios ni de aranceles por el otro lado. Todo esto parece perfectamente creíble, ¿qué puede salir mal?
En Europa tenemos una larga experiencia con los impuestos al consumo. Yo recuerdo cuando el IVA no existía en España. Primero lo impusieron al 16%, luego lo subieron al 18%, y luego al 21%. ¿Han reducido las empresas sus márgenes de beneficio desde entonces? Obviamente, no. Los impuestos al consumo se repercuten siempre al consumidor, de manera inmediata o con algo de retraso.
Lo que realmente va a ocurrir es que desde el minuto uno va a comenzar un proceso de reconversión de las redes comerciales y la industria mundial. La parte de arancel que vayan a asumir las empresas productoras no la sabe nadie, pero se compensará casi totalmente por los otros aranceles que van a sufrir las empresas norteamericanas. La mayor parte del incremento de impuestos se cargará en el precio final, y ahí el consumidor norteamericano comenzará a comprar productos made in USA en la medida de lo posible, evitando el arancel pero creando puestos de trabajo. Conforme pasen los meses, veremos incrementos muy fuertes de producción en los EEUU, porque algunas empresas buscarán fábricas con sobrantes de capacidad para contratarles la producción, otras trasladarán sus fábricas muy rápido porque serán talleres con poca infraestructura, y otras tardarán año y medio o dos, pero al final llegarán.
¿Cuántos puestos de trabajo pueden crearse en EEUU por los aranceles?
Un cálculo muy grueso es considerar que todo el déficit comercial desaparece y el consumo no se retrae. Esos 1,9 billones de facturación, según el valor medio agregado por trabajador en el sector industrial en EEUU (unos $130.000), representarían 14,6 millones de empleos. La masa laboral de EEUU actualmente es de 165 millones, el 8% de ellos se consideran infraempleados.
Entonces, no es fácil responder a la pregunta de si los aranceles sirven más para subir los impuestos o para estimular el empleo. Lo que sí que tenemos claro es que el Trump Shock es cosa seria, no son cifras pequeñas. Mi opinión es que, a corto plazo, se notará más la subida de impuestos, y a largo plazo se irá notando el incremento del empleo.
¿Va a crear toda esa recaudación una recesión? Depende del uso que se haga de ese impuesto. Si se destina a las reservas de oro, entonces sí, el consumo se retrae. Si se destina a pensiones o seguros de salud para pobres, entonces no, porque esos sobrantes de renta producen facturación por el otro lado. Las afirmaciones de Peter Navarro, uno de los asesores suyos, se refieren a destinar una parte a la reducción del déficit y otra parte a las rebajas de otros impuestos. Esos impuestos serían, sin duda, el de sociedades y el de la renta, no impuestos al consumo, porque casi no tienen. Esto no suele dar un gran rendimiento en cuanto a consumo, porque ese dinero suele acumularse en pocas manos y acaba normalmente en la bolsa.
Por tanto, con todos estos razonamientos, tengo que matizar levemente mi afirmación del 30 de marzo cuando dije que el efecto final será positivo. No lo será. El efecto final será un mejor equilibrio de las cuentas públicas, pero Trump lo que está haciendo es subir la recaudación y reducir el gasto, y esto va a frenar la economía. Contra esto, la idea de Trump es bajar tipos, lo que aumentaría el endeudamiento privado. Alguna afirmación en ese sentido ha hecho, diciendo que quiere convertir la deuda pública en deuda privada. Y también fundir el dólar, ¿para qué nos vamos a engañar? Habrá estanflación, sin duda alguna. Las bolsas no tendrán por qué ir muy mal, pero tampoco podrán hacer milagros.
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