6 de octubre de 2024
La vida del alma

Siempre se ha preguntado el ser humano por el destino de esa chispa divina que percibe dentro de sí, la parte esencial no física que le da su razonamiento y su discernimiento. Todas las culturas han tenido su propia teoría a este respecto, desde las culturas animistas africanas hasta las religiones monoteístas occidentales. En la América precolombina se practicó el chamanismo, y desde el siglo XV a.C. se han venido desarrollando las religiones dhármicas orientales, el hinduismo, el budismo o el taoísmo, entre otras.

Ya he explicado en los artículos anteriores que las religiones monoteístas derivadas del judaísmo se originan en una situación anómala, como es la intervención de los Elohim. Son estas religiones las que han negado la reencarnación y han fabricado una imagen intimidante y jerarquizada de la vida tras la muerte basada en un "juicio final" y la amenaza de un infierno. El judaísmo en sí mismo no queda claro lo que cree, porque todo su libro sagrado se basa en fenómenos del mundo físico y no menciona nada más. El Cristianismo habla del juicio final y de "ir" al cielo o al infierno, previo paso por el purgatorio. Algo muy parecido cree el Islam.

No opinaba igual el Cristianismo Gnóstico, que tuvo cierto seguimiento en los primeros años después de Cristo y se conectó más con las filosofías orientales. El Gnosticismo creía en la reencarnación y en una ascensión mediante el conocimiento (gnosis). Incluso hablaba de unas "emanaciones", que eran básicamente la creación de nuevas almas a partir de la Fuente, y consideraba que la esencia del alma encarnada era una "chispa" divina. Los gnósticos también tenían la creencia de que el creador de la Mátrix no era la Fuente sino un "demiurgo", y describían el espacio entre vidas como un mundo gobernado por ángeles, arcángeles y arcontes. A partir del siglo III, las autoridades eclesiásticas vieron la amenaza en una corriente que daba a cada persona el poder de acceder directamente al conocimiento, y su deseo de centralizar y mediatizar el acceso a ese conocimiento los llevó a declarar el Gnosticismo como una práctica herética y destruir sus escritos.

Veremos en este artículo que, según han demostrado las más recientes investigaciones, fueron los gnósticos los que más se acercaron a la verdad.

En los gnósticos es probable que influyese Platón, con su concepción de la psique como una parte esencial y eterna del ser humano, al margen del cuerpo físico. Platón incluso se refirió a la reencarnación con su concepto de metempsicosis. Estas ideas es muy probable que las heredase directamente de Sócrates y de tradiciones orales antiguas.

En las religiones dhármicas orientales aparece también el concepto de reencarnación, explicado como un ciclo llamado samsara en el que el alma vive atrapada y del que sólo se puede escapar mediante la iluminación, mediante la supresión de todo deseo, sufrimiento e incluso conciencia individual. El alma escapa del samsara cuando alcanza el nirvana, es decir, la fusión con la Fuente. Lo que no dejan claro estas religiones es lo que ocurre en el espacio entre vidas.

Es claro que tanto el Gnosticismo Cristiano como las religiones dhármicas se han basado en la meditación y en estados alterados de conciencia, no en la intimidación mediante la tecnología, o en unos preceptos impuestos por el terror, o en un libro sagrado destinado a nuestro control como colectivo.

A partir de finales del siglo XVIII, el Cristianismo comenzó una decadencia motivada en gran parte por sus características anómalas que llevó a la cultura occidental a entrar en un periodo de materialismo en el que se ha llegado a creer que la conciencia es una creación de las neuronas que desaparece al momento de la muerte. Este periodo de nihilismo es el que ha dado el relativismo moral y las situaciones de explotación, exterminio y odio que hemos vivido en los últimos dos siglos.

En 1988 se produce un acontecimiento que comenzará a cambiar esta situación. El psicólogo Brian Weiss, jefe del área de psiquiatría del hospital Mount Sinai de Miami, una de las autoridades más reputadas a nivel mundial en ese momento en psicofármacos y en una aproximación física y científica a la psicología, publica un libro inaudito. Ese libro se titula Many Lifes, Many Masters y cuenta el primer caso de terapia de hipnosis regresiva del mundo. Weiss simplemente explica que, durante el tratamiento con hipnosis de una paciente con varias patologías, comenzaron a aparecer recuerdos de unas supuestas vidas pasadas y la comunicación con una entidad superior no encarnada que ejercía de guía espiritual. El relato de Weiss incluye también la comprobación de datos concretos de esas vidas pasadas, una información que la paciente, obviamente, no podía haber conseguido por su cuenta.

A partir de ahí, Weiss comenzó a tratar de la misma forma a cientos de pacientes, que veían curadas o aliviadas sus patologías y que seguían dando información concreta y comprobable de sus vidas pasadas. También se producían muchos casos de xenoglosia, es decir, de discursos durante el periodo de hipnosis en idiomas que los pacientes no conocían.

Weiss trabajó, como se suele hacer en la hipnosis clínica más ortodoxa, en lo que se llama el estado alfa profundo, una situación muy relajada de la mente en la que se producen hondas de 8 a 9 hercios (Hz). La actividad mental normal produce ondas de 12 a 40 Hz.

En 1994, apareció otro libro de otro psicólogo llamado Michael Newton que aportaba por primera vez información muy abundante sobre la "vida entre vidas", ese mundo álmico que los gnósticos intuyeron. Michael Newton era un psicólogo menos famoso que Weiss, que había estado tratando en California desde 1968 a pacientes mediante la hipnosis.

Newton explica en su libro que había desarrollado a lo largo de los años una técnica de hipnosis que ponía el cerebro de sus pacientes en un estado aún más profundo que el alfa profundo, el estado theta, que producía ondas de 3,5 a 7,5 Hz. Los psicólogos hasta el momento no habían trabajado con ese estado, que básicamente es el del sueño REM.

El libro de Newton, Journey of Souls, está enteramente basado en lo que él llamó Life Between Lifes (LBL). A ese libro le siguió Destiny of Souls, que abundó aún más en toda esa información. Ambas obras tuvieron ventas masivas y traducciones por todo el mundo. También creó el Michael Newton Institute para formar psicoterapeutas especializados en la LBL. Esos psicoterapeutas están hoy por todo el mundo y la regresión hipnótica es un tipo de terapia con una creciente aceptación entre los psicólogos.

Después de leer estos libros y algún otro, pienso que las enseñanzas de Weiss y Newton son las llamadas a llenar el vacío espiritual del mundo occidental y a facilitar una fusión entre las religiones tradicionales y lo científico. Se puede ver que poco a poco en nuestra sociedad esta nueva concepción de la realidad se va abriendo paso, porque ese acceso directo al conocimiento facilita un desarrollo de la conciencia humana muy superior.

En España están también apareciendo profesionales muy cualificados que se acercan a esa nueva concepción. El psicólogo Joaquín Cámara ha publicado un libro muy popular en Amazon titulado Una vida infinita. Es muy popular también el cirujano Manuel Sans Segarra, que estuvo muchos años de jefe de Cirugía Digestiva del Hospital Universitario de Bellvitge y que cuenta múltiples experiencias con pacientes que consiguió sacar de la muerte clínica. Esas personas no sólo relatan la salida de su cuerpo, sino lo que estaba ocurriendo en ese momento tanto en ese quirófano como en los adyacentes mientras tenían el encefalograma plano. Sans Segarra ha publicado recientemente el libro La supraconciencia existe: vida después de la vida. Es también muy conocida la anestesióloga Luján Comas, que cuenta experiencias similares y entrevista a otros especialistas en su canal de YouTube Somos Alma.

Hay un tabú que se ha roto y han aparecido muchas personas que cuentan sus experiencias cercanas a la muerte. Hay toda una rama de la psicología que se está especializando en esto.

El plano astral:

Todos los psicólogos que se han ocupado del tema coinciden en señalar que hay básicamente tres planos de existencia: el plano físico, el plano astral y el plano mental.

Joaquín Cámara describe nuestra alma encarnada como una radio que sintoniza un canal e ignora el resto de frecuencias y que, al momento de desencarnar, comienza a percibir esas otras frecuencias. Esa otra realidad, que percibe tanto el mundo de los vivos como el de los muertos, se llama el plano astral.

En el plano astral puede verse todo el mundo físico, las casas, las calles, las personas. Pueden cruzarse las puertas sin abrirlas y puede esa persona situarse en el espacio allí donde pone su atención. La frase que cita el doctor Sans Segarra de un paciente suyo es: "Si pienso que estoy en Australia, estoy en Australia".

Obviamente, en ese plano astral aparecen inmediatamente las entidades de las que tanto solemos hablar, como los extraterrestres de sexta densidad o las de tipo mitológico.

El plano astral, para mí, es una situación intermedia entre la Mátrix y el mundo álmico. Hay una desencarnación parcial, se abandona la materia más densa pero se conserva la materia más leve. Es muy conocido el experimento del doctor Duncan MacDougall, quien en 1907 comprobó que, justo al momento de morir, los cadáveres perdían unos 21 gramos de peso. Ya en los artículos anteriores de esta serie he transcrito las explicaciones de Aridif, en las que afirma que todos los extraterrestres de sexta densidad están formados únicamente por esa materia más leve y por eso no los podemos ver.

El especialista en yoga Ramiro Calle, en su libro Yoga: el método Ramiro Calle, explica:

En el ser humano operan dos tipos de energía: la energía vital o prana y la energía cósmica o espiritual o kundalini. El yogui debe mejorar el funcionamiento y aprovechamiento de esa poderosa fuerza vital que es prana, y tratar de potenciar esa fuerza cósmica que es kundalini o simiente de iluminación, larvada o aletargada pero que se puede despertar y estimular, haciéndola perforar e iluminar los distintos centros de energía y con ello todas sus potencialidades. Mucho se ha discutido e incluso elucubrado sobre si estos centros de energía, llamados chakras (ruedas) no son más que los plexos nerviosos a los que han hecho referencia los científicos occidentales o, aunque se correspondan con ellos e incluso los regulen, son bien diferentes de ellos y [están formados] de una sustancia infinitamente más etérea o sutil. De acuerdo con los maestros del kundalini-yoga estos chakras no son en absoluto plexos nerviosos ni tienen que ver con el cuerpo físico, sino que pertenecen a una contraparte etérica o energética que se interpenetra con el cuerpo físico y que es el cuerpo sutil o astral, llamado por no pocos esoteristas el doble-etéreo y por los mentores indios linga-sharira o cuerpo energético, diferente del cuerpo denso.

De modo que lo primero que ve una persona al momento de morir es su propio cadáver. Normalmente, el cuerpo astral se queda flotando unos metros por encima o de pie al lado. El cuerpo astral representa todavía su avatar físico, puede ver su propio cuerpo, pero desvinculado de su cadáver. A partir de ahí, enseguida se da cuenta de que los vivos no la oyen al hablar y que, cuando intenta tocarlos, su mano pasa a través. También pasa a través de las paredes y las puertas cerradas.

Voy a explicar ahora mi ECM del 10 de abril de 1992, cuando tuve un accidente de tráfico muy grave. Mi experiencia no difiere en nada de las que les han contado al doctor Sans Segarra o a Luján Comas.

Yo tenía quince años de edad y cursaba 2º de BUP en Dénia. Resulta que en esos días se había estrenado la película JFK, dirigida por Oliver Stone, y yo pensé que aquel viernes sería un buen día para aprovechar la tarifa especial del "día del espectador" y pasarme por el cine Condado de Dénia para verla. Acabé mis clases sobre las 14:00 h., me desplacé a Pedreguer en el autobús escolar, comí muy tranquilamente lo que me había hecho mi madre y luego quise saber a qué hora se hacían los pases de la noche. En lugar de llamar por teléfono al cine, que era lo que hacía la gente, no se me ocurrió otra idea mejor que coger mi Derbi FDS Savannah, con el motor trucado con un carburador Mikuni de 21 mm., y hacer los 10 km. hasta Dénia con el gas a fondo y sacando rodilla para ver la cartelera.

Pero esa noche no vería a JFK, porque en la geoposición 38.8326 0.0789, en el llamado Camí del Cementeri, en el cruce con el Camí de la Plana, el que lleva al almacén de butano, yo tenía una cita con la de la guadaña. Serían las cinco de la tarde cuando alcancé el cruce a unos 80 km./h., ignorando la señal que indica 40 y los espejos que muestran a los coches que pretenden cruzar. Me encontré con un coche saliendo del stop que ocupaba casi toda la estrecha calzada y no vi forma de poder frenar antes de impactar con él, por lo que intenté esquivarlo, pero sólo lo conseguí parcialmente. El parachoques del coche golpeó la parte derecha de mi ciclomotor, a la altura de la estribera, y tanto yo como mi Derbi FDS Savannah salimos despedidos hacia la pared. Hay que decir aquí que yo no llevaba ni casco, en aquel tiempo pienso que aún no era obligatorio para los ciclomotores.

Recuerdo que hasta el último momento yo pensaba que podría esquivar el coche, porque veía algo de espacio para pasar, pero se conoce que el conductor miraba a su derecha mientas aceleraba fuerte y no me vio venir en absoluto. Lo último que oí fue el sonido del golpe, en ningún momento sentí ningún dolor. Durante unos segundos fui a negro y enseguida aparecí flotando unos 20 metros por encima de mi cuerpo. La sensación que tenía en aquel momento quien mejor la ha descrito ha sido el cirujano Eben Alexander, en su libro La prueba del cielo:

Conciencia, pero sin memoria ni identidad, como un sueño en el que ves lo que está pasando a tu alrededor, pero no sabes realmente quién eres o lo que eres.

No es fácil, en los momentos inmediatamente posteriores a la desencarnación, conectar tu conciencia con el cuerpo que has abandonado, hay un reseteo de la memoria más inmediata y de todo tipo de emoción o sensación. Pero tu conciencia superior sí que sabe lo que está ocurriendo, y de hecho lo sabía horas antes de que ocurriese, pero no transmitió nada, no hubo musiquita de fondo, no olía a muerte, todo era de lo más normal hasta que, en una décima de segundo, ¡pam! Estás fuera.

Puedo garantizar a los familiares de los muertos en accidentes de tráfico que no se siente dolor de ningún tipo. El alma está viendo la línea temporal y sabe exactamente en qué punto provocará la desencarnación preventiva. Y esto lo hace para evitar que, en una más que probable fragmentación del cuerpo, quede el cuerpo astral dañado. Se comprende que, en casi todas las líneas temporales, yo me mataba en aquel punto, me salvé porque fui a golpear contra una valla flexible, aunque parte de mi pierna izquierda golpeó con el borde del murete y fue ahí donde me causé la peor lesión.

Estas desencarnaciones transitorias, también llamadas "salidas del cuerpo", las han documentado muy bien los psicólogos en accidentes colectivos, como por ejemplo aviones que se han caído. Cuando esos aviones vinieron a tocar el suelo, casi nadie seguía ya encarnado, y luego los que se salvaron volvieron a entrar en sus cuerpos y contaron una experiencia igual a la mía.

Pero yo, en un principio, no miré hacia mi cuerpo ni el lugar del accidente, sino que subía muy rápido hacia el cielo. Instantes después, tuve una sensación de "¿no te has dejado algo?", como si me hubiese olvidado una mochila en un sitio y al salir me hubiese sentido demasiado ligero. Entonces, quedé suspendido como un globito sobre aquellas huertas de naranjos y recuerdo que pensé: "Pues se ha quedado buena tarde hoy". Podía mirar al sol sin deslumbrarme, los colores se veían muy vivos. Entonces, algo me hizo mirar hacia abajo y ya vi que había algún movimiento extraño en torno a la cuneta del camino, un ciclomotor tirado en el suelo y varios coches detenidos. Enfoqué como si tuviese unos prismáticos, primero despacio y luego más aceleradamente, y ahí fui bajando hasta mi cuerpo hasta que me caí en él, encajé mi alma como si me hubiese calzado un zapato.

En ese recuerdo puedo confirmar que el alma no encarna en el córtex sino en todo el sistema nervioso, a lo largo de los chakras. Tienen razón los maestros del kundalini-yoga.

Desperté de repente cuando me estaban llevando ya al hospital en uno de los coches que había parado. Me dijo aquel señor que habían pensado que estaba muerto. Lo increíble fue que no tuve ningún golpe en la cabeza.

Si en ese lapso de tiempo, entre la desencarnación y la vuelta al cuerpo, otra entidad desencarnada se hubiese lanzado hacia mi cuerpo, que aún conservaba el sistema nervioso vegetativo en marcha, probablemente me lo habría robado y no habría podido yo volver a él. Pienso que esto fue lo que le ocurrió a Ricky B., el personaje de J.J. Benítez.

No se me apareció ninguna entidad a preguntarme si quería o no volver a mi cuerpo, se conoce que el cuerpo estaba perfectamente reencarnable y la conciencia superior dirigió la operación. Tampoco puedo decir que sintiese una "paz infinita" ni resistencia a volver a la vida, estaba en mi línea de observador externo. Supongo que no todas las almas sienten las cosas por igual.

Como explica muy bien el Dr. Sans Segarra, esa experiencia no tiene nada que ver con un sueño o una alucinación, mi recuerdo es completamente vívido después de 32 años, diría que más vívido que los recuerdos de la vida real de aquel tiempo.

Hay que diferenciar entre una salida del cuerpo, una ECM con recuperación y una muerte completa. Los que han tenido una ECM que ha durado varias horas normalmente se entrevistan con su guía espiritual o con alguien cercano y comentan las decisiones a tomar. Los que, simplemente, mueren sin remedio pasan al astral directamente y no ven a nadie hasta mucho más tarde.

No sé qué sentido pueda tener la permanencia transitoria en el astral, si no es dejar que esa alma se aclimate gradualmente al cambio de estado. El mundo físico, el decorado de fondo, aparece como algo residual, porque la capacidad para manipular la materia e interactuar con las otras almas encarnadas desaparece. Sí que se puede interactuar con las otras almas desencarnadas recientemente, y de eso hay muchos testimonios, pero, como afirma uno de los pacientes de Joaquín Cámara: "Allí cada uno va a lo suyo". Michael Newton explica que las almas más evolucionadas apenas permanecen unos instantes en el astral, mientras que las menos evolucionadas pueden tardar años en comprender lo que tienen que hacer.

El problema que se encuentran algunos es que la pérdida de la focalización en la materia hace inevitable que el control de la experiencia lo tome el inconsciente, y en ese momento se hace evidente lo que realmente llevaban dentro. En los casos en los que esa alma arrastra un cierto grado de perturbación, la realidad que va a vivir va a ser limitante y angustiosa. Eso es lo que se llama el bajo astral.

El bajo astral se compone de personajillos desorientados, obsesionados, envenenados y resentidos, los Ebenezer Scrooge del mundo. Allí es donde se encuentran también las almas bloqueadas por una muerte traumática que no saben fluir hacia arriba, como le sucedió probablemente a la llamada "niña de la curva". Estos desencarnados son también los típicos sujetos de las psicofonías, como un caso que vi en un documental en el que se podía oir aún a un empresario pueblerino y explotador contando pedidos y buscando albaranes después de años de su muerte y estando su fábrica ya en ruinas.

Los sujetos que han trabajado con Michael Newton y Joaquín Cámara describen el bajo astral como una realidad kafkiana, un grupillo de seres mal avenidos atrapados en un cuarto oscuro que miran una realidad incomprensible a través de un tragaluz, o una situación de atasco en un fluido viscoso, gelatinoso. También describe esto Eben Alexander, que fue directo al bajo astral. No me atrevo a comparar esa situación con el infierno, pero tendría algo de esto, todo el daño que en la encarnación se ha causado allí se hace plenamente consciente, ya no se puede mirar para otro lado.

No es el bajo astral una situación permanente, al final se va poco a poco ascendiendo hasta que se consigue salir. Pero eso no significa que sea de broma, porque pueden ser años sumergido e inmovilizado en un barro viscoso viendo caras feas, o encerrado en una celda sin salir ni a pasear. Es importante no ir al bajo astral, hace falta sanear la mente antes de desencarnar.

Hay un medio astral y un alto astral, que básicamente son estados más elevados de esa conciencia y la puerta para el plano mental. Cuando llega el momento, cuando esa alma ha recobrado parte de su conocimiento, normalmente con ayuda de su guía espiritual, esa materia más leve se va diluyendo y se abre un túnel con una luz al final y el alma avanza hacia esa luz. Esto aparece muchas veces en las películas, pero esto es porque los guionistas de las películas han usado los testimonios de las personas que han tenido ECM. Como he explicado antes, cuando se está en el astral no se está en ninguna parte, se está allí donde se focaliza la atención, por tanto lo que hacen los de arriba es ponerte esa luz para que focalices ahí tu atención. Si en lugar de mirar esa luz miras la luna, probablemente te encuentres en la luna. Entonces, es un método, un truquito, para que esa alma salga del mundo físico, lo que ocurre es que hay algunos que se resisten a marcharse porque han quedado anclados a apegos absurdos, ya sean sus hijos, su posición social o sus posesiones físicas. También hay alguno que dice que se encuentra bien volando por ahí, viendo la naturaleza o espiando a la gente. Si pasa mucho más tiempo y sigue esa alma sin encontrar el camino hacia fuera de la Mátrix, puede el guía espiritual tomar algún avatar y bajar a buscarla, y ahí simplemente esa alma en pena se da cuenta de la realidad. Joaquín Cámara dice que el máximo que puede estar un alma en el astral son 8-10 años.

Una pregunta que puede hacerse en este punto es qué ocurre con los que se criogenizan creyendo que podrán volver a la vida. Obviamente, al momento de ser congelados su alma pasa al astral y sigue el ciclo exactamente igual. No habrá ninguno de los criogenizados que vaya a volver a encarnar en ese cuerpo muerto, probablemente estén ya viviendo otras vidas.

El viaje por ese túnel ha sido descrito también con mucho detalle. Es frecuente que al final haya imágenes agradables y seres queridos que tomen otra vez el avatar para calmar y dar confianza, pero cuando esa alma llegue a su lugar definitivo se dará cuenta de que esos avatares son sólo disfraces y probablemente esa entidad pertenezca a otro grupo y no vaya a trabajar de momento con ella. La verdadera sensación de vuelta al hogar no va a ser con el avatar de la anterior encarnación sino con su grupo de almas. En ese grupo, hay almas que sí que han encarnado y convivido con ella y otras que no porque estaban en otro lugar o porque no habían encarnado en ese momento. Poco a poco, se va viendo que la encarnación sólo fue una especie de videojuego.

El reencuentro con el grupo de almas suele ser muy agradable, no faltan los que organizan una fiestecita de bienvenida, o a veces algún ritual, representando para ello templos de la Antigüedad. Hay que entender aquí que las almas fabrican una realidad mental y la implantan en sus compañeras, sobre todo los guías espirituales tienen una gran habilidad para hacer eso, porque su energía ya se encuentra en todo momento conectada con esa alma. Hay que entender también cómo la percepción es deudora de la Mátrix, sin las encarnaciones sería más difícil luego representar realidades virtuales similares. Por tanto, ahí aparece uno de los propósitos de la vida, acumular vivencias y referentes sensoriales. No sé qué realidad puede percibir un alma recién creada que nunca ha encarnado, pero entiendo que algo mucho más pobre.

El plano mental:

El viaje desde el plano astral hasta la reunión con el grupo de almas no es baladí. El yo superior guía a ese espíritu, representado aún en su viejo avatar, por unas vías aéreas invisibles, como si fuese volando. Esto lo describía muy bien San Juan de la Cruz: "Sin otra luz ni guía, sino la que en el corazón ardía". Los sujetos de Michael Newton describen estas vías como una estructura radial, con un centro neurálgico parecido al eje de la rueda de un carro, que recibe a los desencarnados y los redirecciona hacia su lugar de destino. Por el camino, pueden ver montañas, valles, duendecillos bailando, hadas volando y todo tipo de entidades que pertenecen al mundo del alto astral.

En ese punto, se produce una primera bifurcación y las almas que han sido dañadas durante su encarnación derivan hacia una especie de océano de color negro para ser reconformadas. Bajo la superficie de ese océano, cuya substancia es más bien entre líquida y gaseosa, hay entidades benéficas que se dedican a desenredar y reequilibrar las energías, de manera similar a las terapias de reiki pero de forma más intensa y dolorosa. La substancia negra de ese océano es la energía negativa que estas almas reconformadas expelen en el proceso. A partir de ahí, acabada la reconformación, cuya duración es muy variable, esa alma puede seguir camino para reintegrarse en su grupo. Todavía, tras la reintegración en ese grupo, acudirá a una especie de hospital para seguir otra terapia más leve hasta volver a su estado natural.

Quiere decir esto que el alma no puede nunca morir, pero sí deteriorarse, y que hay muchas vidas que hacen más mal que bien.

Con todo esto, hay algunas almas que no se pueden reconformar y cuya esencia se ha convertido en tóxica. Esas almas tendrán la prohibición de volver a encarnar en la Tierra y se les dará la oportunidad de ir sanándose en el mundo álmico, pero esto será muy difícil. Yo no sé la maldad que tiene que tener alguien para que no lo dejen encarnar aquí, viendo lo que hay suelto.

A las almas que se consideran no reinsertables se les ofrece implantarles un universo creado ad hoc para ellas solas y permanecer allí indefinidamente. No es posible hacer desaparecer completamente un alma, sólo puede rechazarse interactuar con ella.

Antes de alcanzar el grupo original de almas, hay otra bifurcación en la que algunos se salen del camino para descansar en soledad durante unos cuantos años. En ese punto, pueden usar la Mátrix para desplazarse a entornos naturales y reflexionar. También hay quien afirma irse a otros planetas a curiosear. Hay un planeta con unos ositos amorosos a los que van algunas almas a disfrutar y sanarse antes de seguir camino. Es importante que aquí los sujetos afirmen que pueden densificarse para tomar cuerpo físico, porque esto explica mucho del fenómeno OVNI.

Después de la reunión con su grupo, hay una reintegración de toda la energía de esa alma. Quiere esto decir que para la encarnación el alma decide qué porcentaje de su energía quiere emplear, porque nunca emplea el 100%. Ahí, en ese momento, el alma recupera la energía empleada.

Poco después, se produce el encuentro con el guía espiritual. Este guía es una entidad con un desarrollo superior, normalmente alguien que ya no encarna porque ha ascendido. El guía acompaña a esa alma durante miles y miles de años a lo largo de sus encarnaciones, hasta que esa alma consigue también ascender. Es el guía el que elige a las almas recién creadas para acompañarlas en su ciclo, y las elige porque son el mismo tipo de energía suya, porque las almas no sólo se diferencian por su estado evolutivo sino por su esencia, hay almas de muy distinto tipo. Es falso que haya una única forma de ascender, las almas de esencia suave y dócil lo harán mediante la sumisión o la ayuda a los demás, pero las almas cuya esencia sea fuerte lo harán mediante la lucha en causas justas o una forma más distante e intelectualizada de ayudar. Si una persona intenta ascender por la vía de otra, se encontrará con una incoherencia. Esto lo explican muy bien las religiones dhármicas, con una diferenciación entre el dharma (el "mapa" ascensional propio) y el karma (el camino ya recorrido).

En esa primera reunión con el guía, lo que se hace es analizar esa vida y ver qué se ha aprendido, qué se ha conseguido o en qué se ha fallado. El propósito de la vida tiene que ver con adquirir sabiduría y fortaleza, también en algunos casos el influir en los demás. Las posesiones materiales, el prestigio social, el famoseo, todo esto no significa nada.

Lo que menos le gusta al guía es el suicidio, porque ahí se produce un grado de inseguridad que es como un gatillazo, una vez que se ha caído en eso es difícil recuperar la confianza, y no son pocos los que, tras un suicidio, luego se vuelven a suicidar cada vez que encarnan. Y si no reencarnan inmediatamente es peor, porque esa inseguridad se va consolidando. Lo segundo que menos le gusta al guía es la pérdida del discernimiento propio, porque tiene algo de suicidio, de renuncia a vivir. Se equivocan quienes creen que yéndose a los monasterios a rezar de rodillas y aislarse van a conseguir la iluminación, porque allí lo que hay es una renuncia a afrontar los retos y los objetivos que esa alma se puso antes de encarnar. En este sentido, recuerdo a una de las clientes de Newton, que había sido monja cinco vidas seguidas, y el guía ya le dijo que fuese lo que quisiese menos monja, y eligió ser enfermera, pero luego tenía problemas de autoestima y no se atrevía a pedir un ascenso a pesar de su larga experiencia.

El propósito de la vida, como digo, es adquirir sapientia et fortitudo. Entonces, lo que más le gusta al guía es que superes todas las dificultades sin dejar de ser tú mismo, que no sacrifiques la ética por la supervivencia, que no te compares con nadie y que sigas fuerte hasta el final. Cada encarnación tiene un tema, algo que debes trabajar, y ese tema es algo que se repite una y otra vez, una dificultad que te obliga a mejorar.

Uno de los clientes de Michael Newton decía que había estado cinco vidas sufriendo infidelidades por parte de sus parejas hasta que aprendió a no ser celoso. Otros son abusados de pequeños hasta que aprenden a devolver los puñetazos. Otros tienen preparado en su línea temporal un accidente que les obliga a afrontar un fuerte dolor físico. Otros han pactado con otra alma que sea su hijo y luego se les muera. Allí donde se muestra más debilidad es donde se tiene que trabajar. Esto se diferencia mucho del capitalismo, que nos enseña a especializarnos en nuestros puntos fuertes e ignorar los otros. En el mundo álmico lo que se busca es la perfección equilibrada de las tres potencias: memoria, entendimiento y voluntad.

El guía espiritual es una figura que el Cristianismo ha conocido como el "ángel de la guarda". Es cierto que funciona de esa manera, acompaña al alma encarnada siempre y en todo momento. Se infravalora normalmente el poder que tiene esta entidad, y es un poder muy grande, el problema es que queremos que use ese poder para darnos una vida más fácil, pero su lealtad no está con el avatar encarnado sino con el alma que eligió una serie de dificultades a la hora de encarnar. El guía siempre va a manipular para que no te desvíes de tu plan y vayas cubriendo objetivos, con todo el dolor, fracaso o pérdida que eso implique. La forma en que este ángel de la guarda interviene no es manipular directamente la Mátrix, eso le está vedado. Sin embargo, le resulta muy fácil influir en tu pensamiento e incluso en el de las personas de tu círculo álmico, porque su energía está sincronizada con la tuya en una especie de bluetooth permanente. Es frecuente que entre durante el sueño y te dé ánimo o energía, pero puede hacer que aciertes incluso la lotería, porque puede ver las líneas temporales. Si, en un momento dado, ve que tu sufrimiento ya es excesivo y superior a lo que buscabas, intentará intervenir, pero sólo puede hacerlo cuando tu mente está calmada. Por eso es importante la meditación, porque en ese estado alfa profundo el guía fijará las ideas que devolverán a esa persona al camino correcto. También puede simplemente transmitir calma y energía positiva. Si no se puede meditar, escuchar música relajante puede servir también. Otra práctica muy aconsejable es atender a las ideas que hay fijadas en la mente al momento de despertar, porque esas ideas pueden haber sido implantadas por el guía.

En una de mis meditaciones, pregunté a mi guía cómo se puede saber cuál es la misión de la vida, y su respuesta fue que se puede saber porque todo va bien, tanto los acontecimientos como el sentimiento interno. Cuando alguien está en una actividad y sólo experimenta dificultades, es muy probable que su guía esté manipulando para boicotear sus planes. Cuando alguien encuentra su camino verdadero, parece que tiene suerte y todo se le facilita. Esto incluye profesiones, parejas, amistades y cualquier otra actividad.

El guía, al menos el mío (aunque debería decir "la mía", como ahora explicaré), puede ser brutal algunas veces. Por ejemplo, sospecho que mi accidente de Torremendo, en el que tuve cuatro fracturas, fue provocado para obligarme a volver a Pedreguer porque una de las almas encarnadas de mi círculo tenía en su plan el recibir mi influencia. No hay que empeñarse en actitudes raras, porque si no escuchas a buenas los consejos puedes recibir una hostia de grandes dimensiones.

Dos veces he oído la voz de mi guía, y las dos han sido al momento de despertar. La primera vez estaba despertando un sábado por la mañana, sin quererme levantar, y de repente me puse a oir una voz de mujer, en un perfecto castellano mesetario, norma norte, que me estaba hablando con una cierta vehemencia. Era una conversación ya agarrada de antes. Estaba tan poco despierto que pensé: "Hay que ver la vecina cómo habla tan temprano". Pero luego me di cuenta de que no hay ninguna otra vivienda que dé a mi dormitorio, en un lado hay un descampado y en el otro un bulevar peatonal. Entonces, era tan clara la voz que me asusté, pensé que tantas meditaciones profundas me habían vuelto ya esquizofrénico. En ese momento, al despertar del todo, la voz cesó. No conseguí entender nada de lo que me estaba diciendo. Sí que me quedó claro que los guías conversan con nuestro inconsciente mientras dormimos.

Le segunda vez que la oí fue esta pasada primavera en el hospital, cuando fui a que me quitaran las placas que me habían puesto en Torrevieja por el accidente que he citado antes, que fue en 2018. Me habían hecho la cirugía por la tarde y por la noche apenas había podido dormir un par de horas. Al despertar, otra vez la oí, y esta vez sí que la pude entender. Decía: "Tranquilo, Alberto, todo va bien, todo irá bien...". Y nada más.

Pero el guía hay una cosa que no hace bien, que es juzgar objetivamente la vida del recién desencarnado, porque siempre estará sesgado a su favor. Para obtener esa opinión imparcial, lo que hacen las almas es acudir al llamado consejo de sabios. Estos sabios son entidades superiores que ni tan siquiera habitan nuestro mundo álmico sino otro plano superior más cercano a la Fuente. Para presentarse delante del examinado, que suele estar acompañado por su guía, toman avatares masculinos viejos y calvos, con togas y unos medallones, y se sientan alrededor de una mesa semicircular. Estas entidades pueden ser un poco más críticas, y demuestran conocer cada segundo de esa vida que van a juzgar. A uno de los sujetos le dijeron que se comportaba mal con las mujeres, a otro que le faltaba autoafirmarse más, a otro le regañaron de mala manera porque era la tercera vez seguida que se suicidaba. Hay más de uno que sale de allí enfadado, pensando que han sido demasiado directos.

El análisis del consejo de sabios abarca todo el karma, no sólo la última encarnación. Lo que intentan es entender su dharma y comunicárselo. Suelen recomendar los temas a tratar en la próxima encarnación. Si esa última vida ha sido provechosa y el trabajo ha estado bien hecho, sacan una especie de alas y cubren al desencarnado, en señal de reconocimiento. Una cosa que suelen pedir estos sabios es que, conforme esa alma va creciendo y evolucionando, aumente su influencia en los demás.

Estos maestros ascendidos parece que habitan una realidad que no obedece a los cinco sentidos, los estímulos de la Mátrix se han quedado ya cortos para ellos. Así como un alma joven vive en la encarnación una realidad más intensa que en el espacio entre vidas, el alma vieja puede evolucionar sin encarnar, la Mátrix queda ya como un videojuego oscuro y aburrido.

Acabada la revisión de la vida, lo que queda es recuperar la actividad normal con el grupo de almas. Esos grupos se crean nada más nacer las almas, porque los cuidadores han encontrado en ellas una cierta afinidad, y se mantienen hasta que una a una van ascendiendo al otro plano. Los grupos de almas se componen de entre tres y quince unidades, aunque cada alma suele tener un "alma compañera", que es la más cercana y la que suele jugar papeles fundamentales en las encarnaciones. Aparte de este grupo, hay también unos grupos asociados con los que se llega a pactos para jugar papeles concretos en las encarnaciones de los demás. Los guías se asegurarán luego de que esos papeles se cumplan.

Hay en el mundo álmico varios oficios distintos, a las almas les gusta tener una ocupación que sea útil al colectivo. Mi trabajo allí es el mismo que aquí, enseñar, me dedico a inculcar conocimiento en las almas menos evolucionadas. Otras almas son sanadoras, saben cómo desenredar y armonizar las energías. Existen los creadores del dharma, que intentan entender qué es lo que hace ascender, los valores éticos absolutos. También hay armonizadores, gente que distribuye buenas vibraciones, como por ejemplo los músicos. Un tipo de armonizador es el observador, una especie de "guardián entre el centeno" de la humanidad que señala los errores en la evolución colectiva. Hay también exploradores que buscan otros universos y otras civilizaciones álmicas de la Separación para poder intercambiar luego conocimiento o experiencias. Los más avanzados son los diseñadores, los creadores de realidades, que son los encargados de diseñar las Mátrix, incluyendo los patrones ortogenéticos de los distintos seres.

Cuando pasa un tiempo y viene el aburrimiento, comienzan las almas a plantearse una siguiente encarnación. Lo primero que se hace es seleccionar la genética, pensar qué tipo de cuerpo será el más adecuado para los objetivos a cubrir. Normalmente, no se dispone de muchas opciones, primero está la orientación que ha dado el consejo de sabios y luego los embriones disponibles, que son limitados. Normalmente, si se quiere encarnar con la gente del mismo grupo, se suele hacer en un área geográfica ya conocida. El alma elige a sus padres y elige también los rasgos genéticos que expresará, dentro del ADN que se le da. Esto es lo que explica las diferencias entre hermanos. Por eso, uno de los motivos de las encarnaciones es ir mejorando la genética. Es posible también que los diseñadores introduzcan una mutación que permita una supervivencia mejor.

Una vez seleccionado el embrión en cuestión, ahí el alma visita a un especialista que usa una especie de simulador del simulador para mostrar lo que será esa vida. Hay una especie de pantalla y se comprueba la evolución que habrá, se ve la cara que tendrá al nacer, luego de joven y al final de viejo, se ven los acontecimientos y situaciones más probables y se comprueban los puntos de salida, es decir, los momentos en los que se podrá morir si el yo superior así lo ve conveniente. Nada está totalmente predeterminado, porque el alma mantendrá el libre albedrío e irá tomando decisiones, pero hay cosas que tendrán una alta probabilidad y el guía espiritual irá también manipulando el pensamiento para conseguir que se vaya por ese camino.

Después, empiezan los pactos. Se reúnen las almas del mismo grupo y de grupos aledaños y se reparten los papeles como en una función de teatro: unos serán pareja, los otros hermanos, los otros se harán daño, se depredarán emocionalmente, alguien entrará antes y hará luego de profesor del otro, y así todas las personas que tienen una relevancia importante en esa vida pactan previamente las situaciones. Esto confirma, entonces, el llamado "mito de la media naranja", porque el papel de pareja es el primero que se suele pactar. Normalmente, cuando dos almas del mismo grupo se encuentran en el mundo físico, suelen tener un nivel de confianza muy alto, en el momento en el que se miran ya tienden a acercarse sin timidez. También existe el que encarna para soltero, bien porque su alma compañera no quiere encarnar en ese periodo o bien porque esa prueba de la soledad y el desprestigio social es la que desea superar. A veces pactan que uno va a matar al otro, tal cual. Muchas veces se eligen progenitores tóxicos y la prueba a superar es el saberlos abandonar. Hay todo tipo de pactos, a cuál más rebuscado. Michael Newton encontró a una pareja que había pactado encontrarse por internet y casarse porque en su vida anterior ya se habían casado pero en la noche de bodas el hombre condujo borracho con ella al lado, se cayeron por un acantilado y se mataron. Uno de los motivos más frecuentes por los que la gente se hace una regresión de vida entre vidas es conocer esos pactos.

Uno de los temas que más interesaron a Michael Newton fue el grado de evolución de las almas, la cuestión de las almas nuevas y las almas viejas. Esto a Brian Weiss ha interesado poco y Joaquín Cámara apenas lo menciona. Newton llegó a establecer incluso seis escalas de evolución, como si el mundo álmico estuviese jerarquizado igual que un ejército. Yo no estoy de acuerdo con esto y pienso que el grado de evolución es único para cada alma y se distribuye por áreas, y esta es la razón por la que se diseñan las vidas pensando en actuar sobre temas concretos. Un alma evolucionada es un alma que se conecta a la Fuente y tiene una felicidad interna, que nunca se aburre y que no depende de los demás. En España, yo pondría como ejemplo de alma avanzada a Ramiro Calle, el experto en yoga y meditación, o en Latinoamérica a José Mujica, el ex presidente de Uruguay. Pero la mayor parte de las almas avanzadas no alcanza relevancia pública y vive en su burbuja. Aunque es cierto que la mayor parte de esas almas avanzadas encarna con la idea de influir, son muy pocos los que realmente lo consiguen. Hay un tipo de alma ya ascendida que vuelve a encarnar, a lo mejor después de miles de años, para cumplir una misión concreta. Obviamente, tanto Weiss como Newton pertenecieron a ese tipo, está claro que sus enseñanzas se consideraban una necesidad para la humanidad, tras haber llegado a la desafección de las religiones tradicionales y el descreimiento nihilista.

Como ya vengo diciendo, hay almas con energías muy distintas y no todas evolucionan por el camino de la Madre Teresa de Calcuta. Hay almas que encarnan para participar en guerras, intentando elegir la causa justa. Hay almas con capacidad de liderazgo y almas que permanecen siempre en un segundo plano. Lo que define a todas las almas más avanzadas es su percepción de la realidad, una percepción más compleja y una penetración en lo que subyace. También hay algunas almas avanzadas que se echan a perder y acaban en el odio porque eligieron una dificultad excesiva en esa encarnación. La Mátrix siempre tiene riesgo. Se dice que la Mátrix es sólo un videojuego, pero es un videojuego en el que te puedes partir una pierna y arrastrar luego la secuela en tu vida real.

Las almas más jóvenes tienen su luz de color blanco, y conforme van avanzando van tomando un color amarillo, que pasa luego a un azul claro que se va oscureciendo hasta llegar al violeta. Más allá de eso, ya se reintegran en la Fuente. Según Eben Alexander, la Fuente tiene un color negro. Hay que tener en cuenta que los colores que sacan las cámaras Kirlian no se corresponden con el color del alma, según advierte Michael Newton. Para conocer el color real del alma, hay que hacer una regresión.

Voy a exponer aquí las principales diferencias entre las almas jóvenes y las almas viejas:

El alma joven: El alma vieja:
Vive hacia fuera, está huequecita por dentro. Vive hacia dentro, y de ahí proyecta hacia fuera.
No es sensible a su entorno físico. Es muy sensible a su entorno y se conecta con la naturaleza.
Busca los grupos. Busca la soledad.
Necesita a los otros para ser feliz. Puede ser feliz por sí misma.
Tolera las faltas de respeto, las olvida pronto. No tolera las faltas de respeto y descarta inmediatamente a quien le causa daño.
Es débil con los fuertes y fuerte con los débiles. Es fuerte con los fuertes y débil con los débiles.
Se deja llevar por la presión del grupo. No siente apenas la presión del grupo.
Es fácil de engañar, se basa en las apariencias. Es muy difícil de engañar, percibe la verdadera intención de las personas.
Acumula posesiones físicas. Evita las posesiones físicas.
Su meta es la validación social. Su meta es la sabiduría.
Tergiversa la realidad si no la quiere aceptar. Acepta lo que no puede controlar.
Tiene tendencia a preocuparse. No se preocupa hasta que el problema es real.
Es ruidosa. Odia el ruido.
Habla más que escucha. Escucha más que habla.
Tiende al nerviosismo. Tiende a la tranquilidad.
Desarrolla fuertes apegos. Sabe soltar los apegos.
Su mirada es inquieta. Su mirada es penetrante.
Piensa en qué debe decir. Dice la verdad y afronta las consecuencias.
Su físico parece más viejo de lo que es. Su físico parece más joven de lo que es.
Tiende a manipular. Tiende a convencer.
No respeta las decisiones ajenas. Respeta las decisiones ajenas.
Percibe la realidad como una serie de rasgos sueltos. Percibe la realidad como un todo interconectado.
Le cuesta aceptar su cuerpo. Acepta su cuerpo con sus defectos.

Muchas de estas características son las que han defendido siempre los maestros estoicos y budistas. El Cristianismo, en cambio, ha defendido básicamente el borreguismo.

El desarrollo del alma no se corresponde siempre con un alto coeficiente intelectual. El tipo de ingeniero necio experto sólo en números y que desprecia lo que ignora es un alma joven y mal hecha. El tipo de gitana quiromante que recuerda a Lola Flores es un alma vieja con la inteligencia baja. En todo caso, las almas viejas que tienen una misión concreta van a seleccionar un cerebro de alta capacidad.

En cuanto a la actitud frente a la encarnación, hay también diferencias entre las almas:

  1. Hay un tipo que no encarna nunca y que no llega a desarrollar una individualidad completa, que actúa siempre en grupo.

  2. Hay otro tipo que sí que es individual, pero rechaza encarnar y funciona sólo en mundos mentales y desarrolla cualidades que nosotros no comprendemos. En esta categoría estarían las hadas, los duendes y entidades que la gente ve a veces.

  3. Otro tipo sólo encarna en mundos físicos y permanece muy poco tiempo en el plano mental. Muchas de las almas humanas están en este tipo.

  4. El último tipo es el de las almas que pueden funcionar indistintamente en mundos físicos y planos mentales. La otra parte de la humanidad está en este tipo.

Hay que tener en cuenta también que se calcula que el 25% de las almas hoy encarnadas como seres humanos ha encarnado antes en otros planetas. Esto viene sucediendo en los últimos dos o tres milenios por el fuerte crecimiento de nuestra población. Hay gente que ha sido siempre pleyadiana, andromedana o reptiliana y que quiere probarse en un mundo más duro e injusto, porque la Tierra es el Vietnam de la galaxia, aquí empiezan a puñetazos contigo ya en el patio del colegio. Recuerdo que Jacobo Grinberg afirmó ser una de estas almas, concretamente con origen andromedano.

Michael Newton detectó incluso un alma que venía de otro universo con otras leyes físicas. El individuo en cuestión era un científico japonés que realizaba estudios postdoctorales en EEUU. Esto es lo que dice este sujeto en Destiny of Souls, alrededor de la página 350:

Vengo de otra dimensión. [...] No teníamos mundos físicos como tenéis en esta dimensión. Mis encarnaciones eran en un mundo mental. [...] Yo tenía un cuerpo alargado y fluido, esponjoso, sin esqueleto. Éramos más bien formas transparentes de luz plateada. [...] Éramos todos hermafroditas. [...] En mi dimensión, el movimiento es como atravesar filamentos de luz suave y translúcida. Venir aquí a vuestro universo es como abrirse paso a través de una niebla espesa, pesada y cargada de humedad. [...] Encarnar aquí es como tener los pies cubiertos de cemento. Lo primero que notas es el gran peso de la energía densa, en comparación con un mundo mental. No es sólo pesada, es gruesa, severa. En mi primera encarnación aquí me quedé realmente sorprendido.

Otra cuestión que quedaría explicada con estos descubrimientos de Michael Newton es el origen real del fenómeno OVNI. Mucho se discute acerca del origen interdimensional de esta situación. Escuchando lo que cuentan algunos, un alma desencarnada puede, si tiene la habilidad suficiente, densificar su avatar de tal modo que se hace visible en la Tierra. Entonces, en ese sentido, sí que serían posibles los viajes interdimensionales y también los temporales, porque parte de esas apariciones corresponderían a humanos del futuro. Esto lo desarrollaré más en el próximo artículo. Por supuesto, esto no excluye que muchos de los intrusos que aparecen por nuestros cielos vengan de un planeta cercano en esta misma dimensión y línea temporal.

Parece claro que hay muchos universos, cada uno con unas características distintas, probablemente creados para complementarse y permitir a un alma empezar por universos más suaves y mentales y luego pasar a universos más densos y físicos como el nuestro. Pienso que los universos son como un software que se instala dentro de cada alma y que es diseñado y programado colectivamente por entidades muy evolucionadas, pero no directamente por la Fuente, porque la Fuente lo que diseñó fue la Separación, luego ya esas almas de la Separación se han ido organizando para poder evolucionar.

Hay que tener en cuenta que hay distintas formas de encarnar. Eben Alexander dice que en su ECM entendió que el cerebro no sólo no crea la conciencia sino que actúa como una válvula para bloquearla parcialmente. Los ummitas también compararon el cerebro con una cartulina con un agujero, y sólo al desencarnar se quitaba la cartulina y se podía ver todo panorámicamente. Entonces, el tamaño de ese agujero de la cartulina depende del ADN, con nuestro ADN sólo se puede tener un agujero pequeño, con el ADN de un ser de sexta densidad se puede tener una visión más amplia. Por eso es tan importante la evolución del ADN por el camino correcto, y ese trabajo corresponde a las mismas almas que encarnan. Las encarnaciones leves se sitúan a medio camino entre nosotros y las almas no encarnadas, por eso acceden al mundo físico desde una perspectiva distinta.

Michael Newton relata también las visitas de desencarnados que vienen a la Tierra por entretenimiento. Esto no lo comprendo muy bien, puesto que deberían saber que se trata sólo de una mátrix, pero parece que se aburren. Normalmente, estos desencarnados no influyen en nada, pero otras veces, sobre todo cuando vienen de otros planetas o universos, van dando sustos, como sucede en el rancho Skinwalker.

Lo que me pregunto es cómo se organizó primeramente la Separación, si en el principio fue la Fuente y luego comenzó a expeler conciencia o al contrario, había una dispersión de pequeñas entidades que fueron luego colapsando. ¿De qué substancia está hecha la conciencia? ¿Cuál fue su principio? Creo que es imposible que con mi cerebro de primate esto lo pueda entender, salvo que en una meditación me conecte exitosamente a mi yo superior. Tampoco me queda claro cómo se empezaron a crear mátrix, yo creo que primero se hicieron unos universos sencillitos que ya no se utilizan y poco a poco aprendieron a ir dándoles complejidad. Prisa no había.

Esta reflexión conecta con la afirmación de los Elohim acerca de una malla ("grid") creada por ellos que estructura nuestros flujos de conciencia. Sobre algo parecido a esto, Michael Newton opina alrededor de la página 350 de Destiny of Souls:

A partir de este caso y otros cientos, he venido a la conclusión de que todo en la Tierra y en el universo está aparentemente conectado por ondas de pensamiento hacia y desde el mundo espiritual. Esto puede también ser cierto para otras dimensiones cercanas a la nuestra. La progresión múltiple de inteligencia con todos los elementos de la materia representa una sinfonía de orden y dirección basada en un plan de conciencia universal.

No sólo la Mátrix está organizada con reglas fijas, también la Separación está estructurada a su manera, hay unas jerarquías, hay unos niveles, alguien decidió asignarnos a nuestro grupo de almas, ¿esto quién lo diseñó? No queda claro si la Separación de los humanos es la misma que la de las otras civilizaciones.

Sí que se extiende Michael Newton en la narración de cómo las almas no encarnadas pueden aparecerse a los encarnados. Estas apariciones no están al alcance de cualquiera y hay algunas almas más hábiles que las otras. Una forma relativamente frecuente de aparición es mediante el tacto, lo cual deja siempre ese principio de subjetividad. Hay alguna mención a tirar objetos al suelo, aunque eso no es tan frecuente. Otro de los fenómenos, mucho menos frecuente, es la aparición visual directa. Para esto, deben pedir permiso a las entidades superiores y no es algo que se les recomiende hacer, porque lo único que consiguen es asustar. Aun así, sigue habiendo almas que se aparecen como espíritus en muchos lugares. Aquí es donde se encuadraría a la niña de la curva, que a día de hoy probablemente esté ya felizmente encarnada en otro cuerpo. Las almas que más se aparecen son las que se quedan bloqueadas y no saben salir del astral, ahí en algún momento bajan a por ellas y se las llevan.

La forma más frecuente con diferencia de aparición es desde el astral mediante el sueño. Dice Joaquín Cámara que cuando se nos aparece un desencarnado en el sueño hay una diferencia muy clara con respecto a los sueños normales, y es que nos resulta muy fácil recordarlo, no es el típico sueño que se olvida a las pocas horas. Normalmente, estas almas toman su antiguo avatar y simplemente te están mirando y sonriendo.

A mí estas apariciones en el sueño se me dan con cierta frecuencia. Hace unos pocos meses se me apareció una mulatita joven, con el pelo alisado y una indumentaria más bien formal, como de oficina. Me estaba mirando con cara de sorprendida, porque estaba yo justo despertando. No puedo decir quién es esa chica, pero es probable que sea alguien de mi grupo de almas que ha desencarnado recientemente en algún lugar.

Otra aparición reciente y muy reconocible fue la de mi abuelo, que murió en el año 2000. Había estado hablando de él con una amiga, acerca de su gran influencia en mi infancia y en la formación de mi carácter, dado que mi padre en aquellos años no vivía en casa. Yo me crié con él y con mi madre, dos andaluces. Le dije a mi amiga que mi abuelo había hecho la Guerra Civil y era de los duros duros, no como los maricones de gimnasio que hay ahora. Al cabo de un par de noches, cuando estaba ya casi despertando, me encontré a un muchacho rubio, de unos 25 años, con la piel morena y un gesto rudo, algo patiabierto, mirándome. No lo reconocí en un principio, pero al verlo sonreír recordé los dientes torcidos de mi abuelo.

La Fuente:

La cuestión que más obsesiona a algunos es la existencia de una conciencia primera y superior identificable con nuestro concepto platónico de Dios. Yo no soy muy partidario de esa idea, porque pienso que se relaciona de alguna manera con la figura del padre en la infancia y con las manipulaciones de los Elohim.

Sin embargo, Eben Alexander explica en su libro que la Fuente, a la que llama el Om, existe e interactúa frecuentemente con nosotros. La Fuente no es una entidad distinta, sino una conciencia extremadamente densa de un descomunal tamaño. Nosotros seríamos una fractalización suya, tendríamos en nuestra alma todas sus cualidades pero en ínfimo grado.

El Om ideó en algún momento una forma de densificarse expeliendo pequeñas gotas que serían nuestras almas, que quedarían en la Separación hasta que pudiesen reintegrarse. La creación de esas nuevas almas la cuenta uno de los sujetos de Michael Newton en Destiny of Souls:

Mi alma fue creada a partir de una inmensa e irregular masa nebulosa. Fui expelido como una pequeña partícula de energía desde esa intensa y pulsátil luz azulada, amarilla y blanca. Las pulsaciones emitían materia álmica como granizo. Algunas de esas partículas caían y eran reabsorbidas pero yo continué hacia fuera y fui arrastrado por una corriente con otros como yo. Lo siguiente que supe fue que estaba en una zona acotada y brillante con seres muy amorosos que me cuidaban.

Es probable que en ese momento en el que las almas neonatas avanzan por una corriente se produzca algún tipo de división basada en las características internas y se repartan entre los distintos grupos: humanoide, insectoide, reptiliano, etc. También es posible que las almas con menor densidad encarnen como animales, vegetales e incluso elementos geológicos durante un tiempo.

Pienso que sólo hay una Fuente para todo lo que existe, no tendría sentido que hubiese varias fuentes si el propósito de toda la Separación es acabar uniéndose. Es obvio que la tendencia natural de las almas es acabar fusionándose.

Hay que recodar el artículo anterior sobre la sabiduría reptiliana en el que Moraegiam nos dice: "Todo el propósito de la vida es jugar un juego, que olvides tu pertenencia a la Fuente, que experimentes la separación y luego volver".

Por tanto, no es la Fuente la que creó la Mátrix en la que vivimos, esto probablemente lo hayan creado colectivamente conciencias más evolucionadas que la nuestra, pero conciencias de la Separación.

Mis vidas anteriores:

Siguiendo el método que Brian Weiss explica en Muchas vidas, muchos maestros y Los mensajes de los sabios, me he interesado últimamente en hacer autohipnosis para recordar mis vidas pasadas. Es un ejercicio más bien costoso, no muy divertido, que ocupa varias horas.

Un domingo por la tarde de hace cuatro o cinco semanas, estuve durante aproximadamente una hora focalizándome en los recuerdos más antiguos de mi infancia, en aquellos finales de los 70 en Pedreguer. Yo jugaba en la calle con una pelotita amarilla con dibujitos de Popeye, y traían a mi hermana a casa porque había nacido. Yo tenía en ese momento dos años y medio. Intenté recordar algo anterior, de cuando me daban el biberón, pero no era fácil. Me visualicé bajando una escalera de caracol muy profunda, y al final una luz y un jardín con una puerta. Tras la puerta estaría la vida anterior, según Weiss. Pero no vi nada.

Luego me levanté para ir al otro cuarto a meditar, como hago cada día a partir de las 19:40 h. Me senté, entré en un estado alfa profundo y empezaron a surgir las imágenes.

La primera imagen fue como un pequeño vídeo, con mayor nitidez que un recuerdo pero menor que una visión normal, en el que yo estaba dando clase a un grupo de alumnos rubios bien peinados, con camisas blancas y pantalones de tirantes, que podían ser los Lederhosen típicos de Alemania, con esa banda horizontal en el pecho. Esto situaría la escena en la zona de Baviera, Salzburgo o el Tirol. Todos eran chicos. Yo tenía una pizarra negra pequeña, del tamaño de una de las pantallas táctiles que uso hoy. Estaba de pie frente a ellos y me atendían, una situación que me es muy familiar. Su edad era parecida a la de mis alumnos actuales de Bachillerato, por lo que deduzco que era profesor universitario, porque antiguamente se entraba a la universidad con 15 ó 16 años. El edificio era de madera y tenía ventanas, no sé si con cristal o sin él. Aunque fuera estaba nublado, entraba suficiente luz. Cuando miré por la puerta hacia fuera, vi bastante vegetación y ningún vehículo a motor. Me pareció una zona más bien rural.

Pocos minutos más tarde me llegó la segunda imagen. Yo estaba en la cocina de la que parecía mi casa. Era una cocina grande, con una mesa de madera en el centro en la que trabajaba una mujer con los brazos blancos y gruesos que estaba poniendo algo blanco en un bol, como si hiciese pasteles. Estaba muy oscuro y sólo había la luz de un candil.

Al levantarme, me vino una tercera imagen aún más impactante. Yo estaba en la cama a la luz de un candil. La cama era de buena calidad, de madera barnizada. Estaba bien tapado con algo parecido a una manta, aunque no pude distinguir el tipo de tejido. Me veía desde fuera, como si estuviese de pie al lado de la cama, y enseguida supe que acababa de morir y estaba desencarnado. La puerta estaba entreabierta y se veía más luz en la otra estancia, percibía algo de movimiento, como si estuviese llegando gente para ir arreglando el entierro. Estaba tranquilo, sólo pensaba que ya era hora. Aunque no pude distinguir bien mi rostro, deduzco que era bastante viejo.

Al día siguiente volví a intentar lo mismo mediante la meditación. Vi una calle ancha nevada, sin edificios a los lados, sólo árboles bastante altos aunque no muy numerosos. Había algunas personas caminando, alejándose de mí. No eran una gran multitud, unos iban de dos en dos, otros iban solos. Llevaban ropa oscura larga, como capas, algunos llevaban sombreros.

Ese día también conseguí volver a verme al salir de las clases. Vi el exterior del aulario de madera. Realmente, a la izquierda había vegetación, pero a la derecha había unos edificios de piedra muy del Renacimiento. El edificio era grande, al final de una plazuela había un edificio alto con una gran cruz de piedra en el tejado. La plazuela estaba empisada y no había nadie, ni vehículos, ni personas, ni caballos. Ahí pensé que debía intentar mirar mi vestimenta y vi que llevaba calzas de lana de color negro, una capa hasta la rodilla y unos zapatitos pequeños. Parecía la vestimenta de Lutero, la ropa formal del siglo XVI. Pero yo hacía algo muy similar a lo que hago ahora: dejar que salgan todos apresurados y luego salir yo tranquilo respirando el aire puro.

Días más tarde me vino otra visión. Una vieja de piel blanca y arrugada, con el pelo blanco recogido, me besaba en la boca.

Otra visión posterior fue la de un puente de piedra sobre un río y una ciudad con callejuelas adoquinadas por las que yo caminaba.

También ese día me concentré en intentar ver mi rostro y me apareció un hombre ya viejo, con una barba canosa, sin alopecia. La parte de la frente era casi igual que ahora, pero pienso que la cabeza era algo más pequeña.

En mi novela 2016 en Dénia, publicada en 2017 sin que yo tuviese ni idea de estos temas de las regresiones, escribí:

He pasado a mediodía por Correos a recoger mi pedido de Amazon. Está la oficina principal en obras y hay ahora que ir a un almacén que está mucho más cerca de aquí. Una mujer con el pelo negro y unas gafas de pasta algo aceitosas ha tomado nota del número de mi pedido y, antes de entregarme el paquete, me ha preguntado si quería comprar unos boletos de la ONCE para el Día de la Madre. He respondido con cierta displicencia y la he hecho sentir mal, involuntariamente. Yo me pregunto si existen los transnacionales, personas de un país que vienen a nacer en otro país.

Entrando en contacto con mi guía espiritual, también a través de la meditación, me llegaron varias ideas con bastante claridad. En principio, yo habría sido catedrático de filosofía en alguna facultad de teología adscrita a una autoridad eclesiástica. Entiendo, entonces, que aquellos muchachos eran seminaristas y yo un especialista en la escolástica. Estuve bien situado socialmente, pero la vida me fue fácil, me acomodé y no usé toda mi capacidad crítica por miedo a perder mi situación. Otros más valientes que yo, como Erasmo y Lutero, pudieron inducir un cambio en la cultura. Entonces, ahí estaría el motivo por el que en esta encarnación he tenido una infancia tan difícil, porque se buscaba crear un antisistema. El cambio a España no me queda explicado, puede que se deba al idioma, porque actualmente el alemán no tiene proyección fuera de Alemania, o puede que se deba a mi deseo de buscar un mejor clima.

Es cierto que soy un transnacional, nunca me he adaptado a la culturilla española, la detesto absolutamente.

No queda explicado por qué he tardado tanto en reencarnar. En la regresión busqué muy claramente la vida inmediatamente anterior. En el siglo XVI en Alemania pasaron movidas muy tochas a nivel intelectual, ahora parece que vuelven a pasar y mi influencia es mayor. El tiempo dirá si lo que escribo aquí y lo que transmito en mis clases tiene utilidad y justifica una encarnación.

Quise, hace dos domingos, ir a una vida aún anterior y conseguí algunas imágenes dispersas de una vida en la Edad Media. Yo estaba en una sala grande en un castillo, con espadas, escudos y estandartes colgados de las paredes y un grupo de gente hablando. Yo no era el que mandaba, estaba sentado en un lateral. Vi luego unas muchachas bailando con poca ropa.

También me vi en el sitio de una ciudad, extramuros, como en segunda fila, contemplando cómo algunos apoyaban escaleras de madera para trepar por los muros de piedra. Había varias hogueras y algunas tiendas de campaña, seríamos cientos los que estábamos allí.

En otra imagen me vi acercarme a pie a alguien que iba a caballo y pincharle la garganta con la punta de mi espada, de modo que cayó de espaldas y yo di la vuelta al caballo, lo rematé de un tajo en el cuello y luego le rajé toda la garganta por si acaso.

La última imagen fue del interior de una iglesia y yo estaba mirando al altar en primera fila, probablemente arrodillado. No sé si era una ceremonia de boda o algún rito caballeresco. Había un sacerdote vestido de blanco oficiando y unas telas azul claro detrás.

Esta vida penúltima no me ha quedado tan clara y no sé realmente qué posición ocupaba ni si llegué a viejo. Parece que fui algún estratega militar, tal vez alguien de la baja nobleza que se acercó a la corte. Por la antigüedad de los castillos y la precariedad de los guerreros, pienso que fui un visigodo o similar. El tiempo está nublado, puede que estuviese también en la zona de Alemania.

Sí que parecen claras las temáticas de estas tres vidas: del guerrero aprendí la gestión del riesgo, del filósofo el razonamiento abstracto, y el filólogo sigue aprendiendo a vencer la manipulación emocional. Son también tres vidas que se producen en momentos de cambio en el Cristianismo: la primera tiene que ver con su expansión y el inicio del ciclo, la segunda con su reforma y esta tercera con su fin.

Digo "yo hice esto" o "yo hice esto otro", pero esto no es exacto, porque cuando digo "yo" me refiero a mi alma en mi avatar, con todo lo que eso implica. Estas tres encarnaciones que he conocido mantienen una misma esencia, pero suena alrededor de ellas una distinta melodía. El guerrero parecía alguien más bien frío y orientado a objetivos, expresaría la parte mía de jugador de ajedrez y su melodía me sonaría como a los tambores de aquel tiempo. El filósofo era, sin duda, alguien más sofisticado, pero una persona sin mordiente que dejó que el colectivo influyese en él más que al contrario, que cantaría en misa el Nun Komm der Heiden Heiland el primer domingo de Adviento. El filólogo es un individuo más problemático, que ha debido sobrevivir en un entorno de corrupción y mediocridad y que se identifica con la canción Siempre libres de Loquillo.

Y acabo aquí este largo artículo. Es posible que pronto tenga más información sobre este tema y la vaya publicando. El próximo artículo, el último de esta serie, será ya la pastilla roja definitiva, explicaré la naturaleza real de la Mátrix, su proceso fractal de producción y cómo nuestra conciencia la reproduce, la sincroniza y se focaliza en ella. Nos vemos aquí en 2-3 semanas.

>>> Siguiente artículo: La Mátrix.

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