11 de marzo de 2023
La quiebra de Silicon Valley Bank

Ha quebrado en dos días Silicon Valley Bank, también llamado SVB Financial. Ya venía cayéndose desde noviembre de 2021, junto con el resto de tecnológicas, llegó a superar los $750 por acción, lo que le daba una capitalización de más de $44.000 millones, más de lo que tiene ahora el BBVA. No era un banco grande, para EEUU, pero tampoco era pequeño.

La quiebra no se ha producido, como van insinuando algunos, por la simple retirada de depósitos, se ha producido por una ampliación de capital de tamaño descomunal que anunció el jueves y que evidenció que estaba ya con el agua al cuello. No puedo deciros exactamente el agujero dónde está, pero que hay agujero es claro, porque por la mera retirada de depósitos no quiebra ningún banco, lo que hacen los reguladores es financiarlo hasta que cesan esas retiradas. Cuando el regulador ha entrado a liquidarlo tan directamente es porque ya estaba avisado de la situación, muy probablemente los mismos directivos de SVB le habrían dicho que si fallaba la ampliación habría que tirar la toalla. La ampliación falló inmediatamente, lo que indica que los inversores también sospechaban algo. Se quiere echar ahora parte de la culpa a los fondos de capital riesgo que mandaron a sus start-up retirar los depósitos en las fechas previas, por si acaso.

La culpa de la quiebra de un banco nunca es de quien retira los depósitos, sino de quien da créditos que luego no se devuelven. Entiendo que SVB iba financiando ese tipo de start-up que sólo quema efectivo, que va haciendo rondas y rondas de financiación, al tiempo que va cargándose de créditos y créditos, esperando alcanzar un tamaño hegemónico y luego buscar la forma de cobrar. Esto parece que ya no funciona, el dinero gratis se ha drenado, las refinanciaciones son muy caras y esas start-up en su mayoría no sirven para nada y van a ir quebrando. Ahora lo importante es ver si la contabilidad de SVB Financial refleja una imagen fiel o los directivos han tapado la situación indebidamente, y esto se hará mediante juicios.

Y ahora vamos a ver qué decían los entendidos de Wall Street de este banco en los meses previos a su quiebra.

En un artículo en The Motley Fool en octubre pasado, Nicholas Rossolillo, fundador y presidente de Concinnus Financial, nos dice:

Resumiendo, este banco sigue siendo un banco de alto crecimiento. Las turbulencias que están atravesando los mercados de private-equity han llevado a una caída de cerca del 50% en la acción en lo que va de año. Pero, al momento de escribir esto, la cotización es de sólo 13 veces los beneficios de los últimos 12 meses. Una vez que las nubes de tormenta se empiecen a disipar, este banco de start-up tecnológicas podría dispararse como un cohete.
En un artículo de Yahoo! Finance del 20 de enero de este año, aparece una recomendación de Artisan Partners (Global Investment Management Firm):
Dada nuestra comodidad con el perfil de riesgo de este banco (los créditos a tecnológicas early-stage son sólo el 2%, en comparación con el 11% en 2008 y el 30% en la era .com), y una valoración que parece reflejar casi el peor escenario, nos mantenemos pacientes.
En un artículo de Market Watch del 23 de enero de este año, el analista del banco de inversión Raymond James David Long decía:
Continuamos creyendo que la imagen de marca, la buena calidad crediticia y las excelentes expectativas de crecimiento de largo plazo de SVB se merecen una valoración más alta. […] Creemos que cualquier signo de mejora en la inversión de capital riesgo sería visto como un catalizador positivo para las acciones de SVB, pero la volatilidad es probable que continúe en el corto plazo.
Claro, a uno el cohete le explotó en las manos, el otro consideraba que lo peor que podía pasar era que las acciones cotizacen sólo a $291 y el otro esperaba algo de volatilidad en el corto plazo, el 8 de marzo la acción bajó un 60,4%, tras el cierre ese día otro 60,09%, y ya no volvieron a abrir.

En el último informe de resultados, en la página 137, el banco declara sólo $143 millones de "nonaccrual loans", de créditos morosos, para un total de $73.614 millones de crédito neto, es decir, menos del 0,2%. Lo único que parece un poco más rarito es que su deuda crediticia a corto plazo haya pasado en un año de $71 millones a $13.565 a 31 de diciembre de 2022, y la deuda a largo plazo se haya doblado hasta los $5.370 millones. Fácil que haya sido ese numerito de los $13.565, combinado con la continua bajada de las acciones, lo que lo haya matado. Si estoy en lo cierto, esto habría sido otro Archegos Capital, apalancándose como salvajes a tipos cero en el pico de un burbujón. O bien, se dedicaban a refinanciar sin límite para que no les impagaran. Pero hay que entrar ahí y abrir bien todos los cajones para ver lo que hay.

Ahora recuerdo que Buffett vendió casi todo lo que tenía en Bank of New York Mellon y US Bancorp a finales del año pasado. No sé si ha estado viendo también numeritos sospechosos.

Pienso que no va a haber un efecto contagio de esta quiebra, porque SVB era un banco con características muy particulares, pero hay miles de empresas endeudadas que van a sufrir, y de esas quiebras van a venir agujeros en muchos bancos y algunos fondos de inversión, y ahí nos vamos a enterar de lo que se ha estado haciendo. También creo que la diferencia de rendimiento entre los bonos high-yield y los AAA es demasiado pequeña, y la diferencia entre los AAA y los bonos soberanos también. Entonces, si el bono soberano tiene que irse al 6%, veremos dónde se van los bonos corporativos y quién puede aguantar eso.

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© A. Noguera