27 de noviembre de 2016
Entrevista con Karl Marx

Hace poco estuve leyendo la entrevista que Donald Sassoon le hizo a Marx y me decidí a contactar con él para solicitarle una para este blog. Creo que nunca hasta ahora he publicado una entrevista, pero la oportunidad lo vale. He debido desplazarme con EasyJet hasta el barrio de Bloomsbury, en Londres, donde tiene su pequeño apartamento de alquiler. Aquí está la transcripción:

Buenos días, don Carlos. Es inevitable empezar preguntándole por la reciente muerte de Fidel Castro. ¿Cómo ve la situación en Cuba? Cuando expuse mi visión del Estado como un garante del concepto de propiedad burguesa, como una mera correa de transmisión del sometimiento del proletariado por parte de la burguesía, expliqué que la libertad del proletariado sólo se podría conseguir mediante la revolución y la total destrucción del Estado, incluidas las democracias parlamentarias. El llamado marxismo-leninismo, que se ha apropiado injustamente de mi nombre, es una dictadura más, casi siempre de corte personalista, que somete a toda la población. Los procesos productivos del capital se mantienen, al tiempo que la libertad queda cercenada. Son regímenes deshumanizados y profundamente injustos.

¿Y qué me dice de la socialdemocracia? Estamos en un supuesto distinto. La socialdemocracia es la forma de opresión mejor diseñada del capital. Las nuevas cadenas de la esclavitud obrera son las deudas, privadas y públicas. La socialdemocracia ha suplantado a la lucha obrera y ha tapado con limosnas el capitalismo más salvaje. Considero a la socialdemocracia una herejía del cristianismo, un nuevo instrumento de perpetuación de la realidad de una clase gobernante y otra oprimida. El Estado del Bienestar es el opio del pueblo, y es un opio cuyo valor el pueblo deberá devolver con intereses. En cambio, las aberrantes plusvalías acumuladas por la burguesía durante el periodo socialdemócrata no sólo no serán devueltas sino que están ya en cuentas bancarias de paraísos fiscales.

¿Cómo ve los populismos latinoamericanos? Son una socialdemocracia low cost de origen católico, que perpetúa el sometimiento y la dependencia del Estado. En España, el movimiento Podemos está formado por funcionarios de bajo nivel, burócratas parasitarios subsidiarios del Estado. No hay coherencia en sus teorías.

¿Existe algún lider actualmente con el que usted se identifique? Vladimir Putin es uno de mis preferidos. Permite la libertad de expresión, garantiza los derechos y reparte los medios producción entre el pueblo.

¿Y qué opina del ascenso del feminismo? El feminismo nace de una perversión de mis teorías, sustituyendo las clases sociales por sexos. Este cambio de paradigma ni se ajusta a la realidad ni es beneficioso para nadie. El feminismo ha sido aprovechado por la burguesía para obtener mano de obra barata y dócil, además de sembrar discordia dentro del proletariado, creando enfrentamientos artificiales que han derivado la atención hacia detalles pequeños como las palabras a emplear o la preferencia al pasar por las puertas, mientras la verdadera lucha de clases se ha ido abandonando. No es de extrañar, entonces, que el movimiento que más ha defendido el feminismo haya sido la socialdemocracia. El feminismo es una burbuja que estallará cuando todo el proletariado inmigrante que está siendo asimilado por la ausencia de natalidad que el mismo feminismo ha generado abandone Europa para volver a sus países de origen.

¿Y qué le hace pensar que van a volver a sus países de origen? El hecho de que, en la próxima crisis cíclica a la que el capital nos va a llevar, estas personas entiendan que sus países de origen les ofrecen unas mejores condiciones de vida. Europa será entonces una economía en colapso, con una población envejecida e improductiva y con unos daños ya irreversibles.

¿Hay alguna forma de evitar esa crisis? Aparte de la recuperación de la natalidad, liberando a la mujer de la esclavitud burguesa y devolviéndola al ámbito afectivo, descentralizado y productivo de la familia, debe cesar el uso perverso del multiplicador bancario, debe establecerse el patrón oro en las monedas, debe prohibirse el endeudamiento del Estado, deben cortarse los flujos migratorios (exportando la revolución a los países que sigan oprimidos, antes que despojarlos lentamente de lo mejor de su fuerza de trabajo) y sobre todo debe erradicarse la socialdemocracia. El pueblo debe tomar el control del Estado para imponer el reparto de los medios de producción y la descentralización. La lucha obrera debe centrarse en evitar la suplantación por parte de falsos líderes obreros.

¿En cuánto tiempo prevé que llegue esa crisis? En no mas de 50 años. Mire la verdadera pirámide de población de Europa, sin tener en cuenta a los inmigrantes.

Y en cuanto a lo que usted llama los "medios de producción", ¿qué porcentaje de ellos están basados en el conocimiento? La llamada "economía del conocimiento" es una de las grandes falacias que usa actualmente la burguesía. No existe tal cosa. La mayoría de las patentes, incluidas las de medicamentos, están en manos de grandes corporaciones. Si algún científico consigue alguna patente a título particular, ésta es comprada a precios irrisorios por alguna gran empresa. El proletariado produce el conocimiento y luego debe pagar por él, acumulándose las plusvalías cada vez en menos manos, en un proceso aún más acelerado que en la fase del capitalismo fabril que teoricé con mi camarada Engels.

Internet apareció hace apenas 25 años. Actualmente, Google controla todas las búsquedas del mundo. Entre Microsoft y Google controlan casi todos los mensajes de correo electrónico. Amazon y AliBaBa van a controlar, en muy poco tiempo, todo el comercio mundial. Entre Apple y Samsung producen todos los teléfonos móviles del mundo, unos utensilios que, aunque yo no utilizo, para el proletariado constituyen ya una herramienta tan necesaria como las gafas para un miope. ¿Qué imagina usted que ocurrirá en otros 25 años? Muy pronto, estas empresas crearán también bancos, con lo que controlarán todo el capital mundial. Volveremos a una Edad Media en la que el proletariado quedará reducido al vasallaje, será controlado en todas sus actividades, incluida su privacidad. Perderá completamente la libertad. Y todavía no le hablo de las innovaciones genéticas. Si el capital consigue externalizar la producción humana del útero femenino (cosa que las feministas apoyarán fervientemente), incluso la producción de seres humanos quedará bajo el control de unas pocas manos, que realizarán modificaciones genéticas a placer y programarán toda la educación en función de sus intereses. Esto terminará con la libertad del ser humano tal y como el siglo XIX la conoció.

Son palabras muy duras, don Carlos. Puede usted estar seguro de lo que digo, joven.

Para terminar, me gustaría preguntarle por la victoria de Donald Trump. Trump es la prueba de que es posible romper la manipulación de los medios de comunicación. Toda la moralización pseudocristiana ha sido arrasada. Pero es necesario mucho más. La verdadera liberación de la clase obrera sólo vendrá con una total descentralización del Estado, con una organización en municipios completamente independientes, cada uno con una moneda distinta, con una economía global cuyos medios de producción estén en manos del pueblo, especialmente las herramientas informáticas y, en su momento, las patentes genéticas. El antiguo Estado centralizado decimonónico ha demostrado su incapacidad para procurar el bienestar de la población. Una nueva forma de Estado deberá emerger, una organización que supere las religiones, especialmente las monoteístas, y que plantee formas naturales y humanizadas de distribución de recursos.

Me quedo con esas últimas palabras. Muchas gracias por su tiempo. No hay de qué. Hasta la próxima.

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© A. Noguera